– AVATARES – Roberto López Martín

Duckout! Magazine vuelve con sus exposiciones ArtDK! en Primavera 9. La exposición del artista Roberto López Martín tendrá lugar en la Galería Espacio Primavera 9, desde el día 21 de marzo al 4 de abril de 2019. A modo de cierre, el día 2 de abril se podrá disfrutar de música en directo gracias al artista invitado, el músico Vaz Oliver.

Roberto López Martín es un artista que, a través de una obra multidisciplinar, intenta cuestionar las líneas de lo establecido socialmente como disimilitud de lo normal, sobre lo concebido como belleza o lo grotesco.

Con este fin, López Martín se vale de los códigos sumergidos en las imágenes de los mass media, siempre trabajando con representaciones que, muchas veces, pueden ser icónicas e indiscutiblemente manipuladas en un consenso social. La performance, video, foto, pintura… todo puede formar parte de un collage de información, que le sirve para hablar de esas imágenes y de cómo estas están degeneradas y reinterpretadas para un uso: el consumo.

En AVATARES pone de manifiesto este concepto haciendo foco en la infancia, ese primer momento de sociabilización en que los niños empiezan a entablar una relación imaginaria con sus juguetes. En estos, ellos vuelcan sus emociones otorgándoles a sus muñecos valores y emociones propias. Según López Martín, esta relación se ve distorsionada cuando entran a participar las corporaciones estableciendo usos y formas de consumos sobre los diferentes juguetes, haciendo que estos pre-formateen una manera de relacionarse con el mundo en los niños.

Es así como el artista, con su obra, nos adentra a un universo en el cual, a partir del grotesco, crea fascinación por descubrir esa nueva forma que estamos observando. Es algo que, según él, se podría considerar como “un vouyerismo hacia lo morboso”.
Comisariado por Ricardo Recuero, el historiador de arte, fundador de ART-ic, crítico, redactor en Plataforma de Arte Contemporáneo y activista nos introduce en Avatares.

“En este escenario fantasmagórico, nuestros hijos ya no participan de la “anamnesis”, aquella capacidad del alma que permitía recordar los conocimientos que esta perdía al entrar en un nuevo cuerpo, en favor de una vida prefabricada. La infancia como emuladora del mundo adulto genera avatares de un multiverso pervertido, que no proyecta sus propios deseos sino aquellos de las grandes corporaciones. Niños adiestrados para comprar, ganado adiestrado para perpetuar la continuidad del sistema. La infancia teledirigida es la fuente de los consumidores futuros, no de individuos que reflexionen y emitan juicios propios, autónomos, críticos e inconformistas y en definitiva futuros hombres libres.”

Ricardo Recuero.